En este mundo moderno, en el que los mercados globales prosperan y los productos frescos están disponibles todo el año, el viaje de la granja al plato del consumidor es complejo y fascinante. Detrás de cada suculenta fruta y crujiente verdura hay un proceso cuidadosamente orquestado de transporte y envío de productos, que conecta a agricultores, distribuidores, minoristas y consumidores de todo el mundo. Cada una de estas partes interesadas exige una visibilidad de extremo a extremo para conocer la ubicación y el estado de sus envíos a lo largo de todo el trayecto de la cadena de suministro, y por una buena razón: sin un seguimiento en tiempo real de los alimentos perecederos, se arriesgan a un desperdicio masivo, a la insatisfacción de los clientes y a daños en su reputación.
Para ponerlo en perspectiva, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación informa de que cada año se pierden unos 400.000 millones de dólares entre la cosecha y el mercado minorista, y es probable que una parte sustancial de esa cantidad pueda atribuirse a desviaciones de temperatura o humedad en la cadena de suministro, ya sea en el almacenamiento o en el transporte de los productos. Lo peor es cuando el problema no se descubre hasta después de que los productos frescos lleguen a las estanterías del minorista. Según la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU., a principios de junio de 2023 se habían producido más de 40 retiradas de alimentos y bebidas en EE. UU., muchas de ellas relacionadas con productos contaminados o en mal estado.
El envío de productos frescos abarca la red logística para el transporte de frutas, verduras y otros productos perecederos desde su origen hasta diversos destinos. Desde el momento en que se planta una semilla en la tierra fértil hasta que el producto final llega a la tienda de comestibles local o a la mesa del comensal, son muchos los pasos que hay que dar para garantizar la entrega segura y puntual de los productos frescos, a fin de que conserven la máxima calidad.
En el corazón del transporte de productos agrícolas se encuentran los principales actores: agricultores, transportistas, socios logísticos y minoristas. Los agricultores dedican su experiencia, dedicación y esfuerzo a cultivar cosechas abundantes. Al mismo tiempo, los transportistas coordinan la logística de envasado, almacenamiento y preparación de los productos para el transporte, así como el seguimiento de los envíos durante todo el trayecto. Los transportistas, incluidas las empresas de transporte por carretera, los buques de transporte y los servicios de carga aérea, transportan estos productos a través de grandes distancias, navegando a través de intrincadas cadenas de suministro. Por último, los minoristas desempeñan un papel crucial en la recepción, exposición y distribución de los productos a los consumidores, utilizando zonas de mercado refrigeradas especiales para garantizar su frescura y calidad.
Sin embargo, el proceso de transporte de productos frescos está plagado de retos. Las frutas y verduras delicadas son muy perecederas y requieren un control preciso de la temperatura y la humedad, una manipulación adecuada y un seguimiento cuidadoso para mantener su frescura y valor nutritivo. Factores como la distancia, las condiciones meteorológicas, la infraestructura de transporte y el cumplimiento de la normativa -en concreto, la Ley de Modernización de la Seguridad Alimentaria de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. y la posterior Norma Final sobre Registros de Trazabilidad- añaden niveles adicionales de complejidad.
El transporte de productos es complejo debido a su naturaleza delicada. Cualquier interrupción en la cadena de frío (el proceso de mantener unas condiciones óptimas durante todo el proceso de transporte) puede provocar:
El envasado desempeña un papel crucial en la distribución y el transporte de frutas y hortalizas frescas: ayuda a proteger los productos de posibles daños, facilita su manipulación y almacenamiento y garantiza su calidad.
Cabe señalar que las prácticas de envasado pueden variar en función del tipo de producto, los requisitos del mercado y las consideraciones de sostenibilidad. Muchos esfuerzos se dirigen a desarrollar opciones de envasado respetuosas con el medio ambiente -como materiales biodegradables o envases reutilizables- para reducir los residuos y minimizar el impacto medioambiental del envasado en el sector de los productos frescos.
A continuación se ofrecen algunos consejos adicionales para ayudar a mantener la calidad y la seguridad de los productos frescos durante el transporte. Siguiendo estos consejos, los transportistas pueden ayudar a garantizar que los productos frescos lleguen a su destino en buenas condiciones y listos para ser consumidos.
Tive, empresa innovadora galardonada en múltiples ocasiones por sus soluciones de seguimiento en tiempo real y visibilidad de la cadena de suministro, es consciente de la importancia de controlar la temperatura y la humedad durante el transporte de productos agrícolas. Esta guía, junto con la tecnología y la atención al cliente de Tive, son recursos inestimables para los transportistas encargados de salvaguardar las frutas y verduras frescas de la granja a la mesa con el mayor grado de garantía de calidad.