Un fabricante farmacéutico mundial utiliza la solución de visibilidad de la cadena de suministro de Tive para monitorear la ubicación, la temperatura y otras condiciones de tránsito. La empresa envía los productos por transporte marítimo desde los centros de producción de Europa a los centros de distribución de Norteamérica.
La empresa envía productos farmacéuticos sensibles que requieren un entorno de temperatura controlada de entre 15 °C y 25 °C. Si los productos sufren una variación de temperatura, pueden sufrir daños irreparables y provocar una pérdida de ingresos y tiempo en el mercado. En el pasado, la empresa confiaba en registradores de temperatura pasivos. Esto ofrecía datos a posteriori, pero no proporcionaba visibilidad en tiempo real ni información sobre la hora y el lugar exactos en los que se producían los problemas.
Con la solución de visibilidad de la cadena de suministro de Tive, el fabricante puede monitorear la temperatura y la ubicación de los envíos en tiempo real. Si un envío se ajusta a una temperatura incorrecta, el gerente puede ponerse en contacto con el transportista con la información necesaria para solucionar el problema de inmediato. Además, el gerente puede preparar los envíos de reemplazo tan pronto como se identifique un posible problema, en lugar de esperar hasta la llegada para descubrir los daños y fabricar y enviar los reemplazos de forma frenética. Esto significa que la empresa puede evitar perder tiempo en el mercado y cumplir de forma fiable sus compromisos con el cliente final.
En enero de 2017, el fabricante envió la primera entrega de un nuevo producto desde Bélgica a Norteamérica. Como se trataba del lanzamiento de un producto nuevo, cualquier retraso en la comercialización del producto se traduciría en una pérdida significativa de ingresos. Cuando el contenedor partió del puerto de Amberes el 29 de enero de 2017, el gerente de la cadena de suministro comprobó el estado del envío en la plataforma de software Tive y encontró dos sorpresas:
El gerente llamó inmediatamente a la compañía naviera para ver qué estaba pasando. La compañía naviera confirmó que, de hecho, el contenedor se había ajustado a una temperatura incorrecta y lo arreglaron de inmediato (lo que pudo confirmarse a través del sistema de monitoreo Tive). El gerente también solicitó un producto de reemplazo en caso de que el producto resultara dañado.
El envío incluyó 17 productos diferentes con un valor total de mercado de 1,5 millones de dólares. Todos los productos eran sensibles a la temperatura y dos eran nuevos en el mercado. Detectar de inmediato la variación de temperatura ayudó al fabricante a evitar demoras debidas a las pruebas realizadas a la llegada, a evitar daños en los productos y a garantizar un lanzamiento exitoso del producto.
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